En nuestra entrega anterior , definimos un tema importante. El rock no es malo, es simplemente un medio. O lo usas mal, o lo utilizas bien. Hace unos días, conversando con un amigo, me dijo algo que caló profundamente en mi alma. Me dijo así. Un cuchillo es un objeto, un instrumento. Yo puedo poner mantequilla a mi pan con ese objeto, o simplemente, tomar el mismo cuchillo y asesinar a alguien. La decisión es mía. Dios me creó para tomar decisiones. Entendí, Igualmente, que El me formó, para que yo escuche música que me edifique. Si una persona, toma el rock, para blasfemar, decir malas palabras, o declararse ateo o satanista abiertamente, es mi concepto, que está dando un mal uso a la música que escucha.
Dentro de los usos que el ser humano da a la música, podemos encontrar, que algunos escuchan reggaetón, otro, balada, y algunos más selectos, el rock. ¿ Y porqué la palabra “selectos”? Me explico a continuación.
El rock, a diferencia de las baladas o del reggaetón, es una música profunda. No siempre su mensaje es bien entendido, normalmente es juzgado e incomprendido. Las líricas, están dispuestas para salir del fondo del corazón. De sentimientos muy adentro de las personas. Cuando uno canta o repite una letra de una canción rockera, normalmente, el sentimiento que emana de la boca, puede ser muy diferente al emitido por la persona que esté a la par mía. No es igual cantar con Funky o Vico C, y bailar y danzar para el Señor, que escuchar Free de Stryper…sencillamente, no es lo mismo. Para alguien con gusto secular, no es lo mismo escuchar La Gasolina con Daddy Yankee, que tararear Wasted Years con Iron Maiden. El gusto, es diverso, quizás por eso, los reggaetoneros no comulgan con el sentir rockero, y eso es respetable y lógico. Para mi esposa, escuchar Sepulcro Vacío, no significa nada, para ella, nada como Marcos Witt…para mi, una canción en concierto de Saviour Machine, provoca un sinnúmero de sentimientos de guerra espiritual mas allá de todo entendimiento. Así somos los seres humanos, y para eso, Dios nos creó con discernimiento y con libre albedrío. ¿A alguien le gustaría que todos fuésemos iguales? Por lo menos, a mi no me gusta esa idea…
Pero la escena rockera del mundo está cambiando. De fijo, el reggaetón vienen adormeciéndose poco a poco, para dar espacio, a una nueva escena rockera en el planeta. Prueba de ello, es que en Costa Rica, - después de la apertura que hizo Maiden en febrero anterior – ya se han programado varios conciertos seculares con otros grupos de renombre y tendencia blasfema y satánica. Dentro del espacio en CAFI ROCK se mueve, las noticias fluyen rápidamente y ya estamos enterados de algunas bandas que vienen con el afán de mercadear nuevamente sus productos, y han encontrado en nuestra tierra, una fertilidad mas allá de lo que los padres de familia han entendido hasta hoy. Una fertilidad para blasfemar y dar al enemigo, un espacio que no le corresponde.
En los 80s, se escuchaba a lo sumo el glam o el trash metal, hoy, ya los seculares tienen Death Metal, Brutal Metal, Doom Metal y otros géneros que se dedican a blasfemar el nombre de Cristo – como si a El le afectara – y contaminando la mente de nuestra juventud a tal grado de que – sin que nadie haga nada – ellos mismos están creando una cultura underground en donde se profesa odio hacia los cristianos, hacia la raza negra, hacia las minorías, hacia los judíos, y hacia todo lo que tenga que ver con Dios o su misericordia.(Espíritu de Anticristo) Así es hermano lector…y esto, no sucede en Europa o en Estados Unidos, no…sucede en nuestra querida Costa Rica…y mientras esto se cocina a fuego lento en lo oculto, la pregunta es, si estamos sintonizados con Dios, o estamos trabajando duramente en el reino, pero sin ver lo que Dios quiere que veamos. Quizás, estemos mas preocupados en saber si el rock puede ser cristiano, que en evangelizar a quienes escuchan rock secular.
O tal vez, estemos muy sumergidos como ministros en lo trivial, en la alabanza, en lo hermoso de la danza, y estamos dejando por fuera a hermanos que necesitan igualmente ser evangelizados. En otras palabras, estamos creando acepción de personas. Lo interesante de esto es, quien nos dio ese permiso. Sería una buena idea, poder confrontarnos y evaluar esta área.
Desde la época en que mi madre escuchaba a Elvis o a los Beatles, las ramificaciones del rock se han dado. Por eso, no es nada nuevo que hoy se expanda la diversidad de frutos del mismo árbol. Lo preocupante, es que entre tanta carrera, seminarios, ministraciones, y tanta tarea que nuestros pastores y ministros tienen día a día, no se esté dando la importancia debida a lo que está sucediendo. Pareciera que, el árbol de hojas negras, genera más fruto que el de hojas blancas. Y esto, se da debido a la pasión de los rockeros seculares. Ellos, son apasionados, fieles a la causa, seguros de lo que dicen. En síntesis, son ministros comprometidos con la oscuridad. Igual a ellos, en el poder del Espíritu Santo, nosotros debemos pararnos en la brecha, y luchar en el mundo espiritual, para que estos jóvenes, puedan conocer a Cristo y no juzgarlos por su apariencia. De corazón a corazón, ellos, están cansados de tanto versículo. Están hastiados, de tanta palabrería. Lo que necesitan es aceptación, amor, sentirse libres, no juzgados, saber que el cristiano que les habla, lo hace por amor, y no por fanatismo. Necesitan urgentemente que papá y mamá, dejen de sermonear, y le abracen, le amen. Cuando esto suceda, las mentes oscuras, se convertirán a la luz admirable.
CAFI ROCK ha sido levantado para tomar esta tarea en sus manos y quienes lo conformamos, sabemos que el mundo del rock, no es fácil de evangelizar, pero alguien tiene que hacerlo, y si el pueblo le tiene temor al gigante, en CAFI ROCK, estamos tomando la piedra, viendo al gigante y estamos dispuestos a derribarlo. No importa lo grande o feo que se vea. No interesa cuanto blasfeme (igual blasfemaba Goliath). Estamos dispuestos a ir a las escuelas, a los parques, a las plazas, a los estadios, a los gimnasios y a donde quiera que Dios nos envíe, porque nuestro Dios, puede derribar toda blasfemia en su contra y nosotros somos los instrumentos.
Dentro de los usos que el ser humano da a la música, podemos encontrar, que algunos escuchan reggaetón, otro, balada, y algunos más selectos, el rock. ¿ Y porqué la palabra “selectos”? Me explico a continuación.
El rock, a diferencia de las baladas o del reggaetón, es una música profunda. No siempre su mensaje es bien entendido, normalmente es juzgado e incomprendido. Las líricas, están dispuestas para salir del fondo del corazón. De sentimientos muy adentro de las personas. Cuando uno canta o repite una letra de una canción rockera, normalmente, el sentimiento que emana de la boca, puede ser muy diferente al emitido por la persona que esté a la par mía. No es igual cantar con Funky o Vico C, y bailar y danzar para el Señor, que escuchar Free de Stryper…sencillamente, no es lo mismo. Para alguien con gusto secular, no es lo mismo escuchar La Gasolina con Daddy Yankee, que tararear Wasted Years con Iron Maiden. El gusto, es diverso, quizás por eso, los reggaetoneros no comulgan con el sentir rockero, y eso es respetable y lógico. Para mi esposa, escuchar Sepulcro Vacío, no significa nada, para ella, nada como Marcos Witt…para mi, una canción en concierto de Saviour Machine, provoca un sinnúmero de sentimientos de guerra espiritual mas allá de todo entendimiento. Así somos los seres humanos, y para eso, Dios nos creó con discernimiento y con libre albedrío. ¿A alguien le gustaría que todos fuésemos iguales? Por lo menos, a mi no me gusta esa idea…
Pero la escena rockera del mundo está cambiando. De fijo, el reggaetón vienen adormeciéndose poco a poco, para dar espacio, a una nueva escena rockera en el planeta. Prueba de ello, es que en Costa Rica, - después de la apertura que hizo Maiden en febrero anterior – ya se han programado varios conciertos seculares con otros grupos de renombre y tendencia blasfema y satánica. Dentro del espacio en CAFI ROCK se mueve, las noticias fluyen rápidamente y ya estamos enterados de algunas bandas que vienen con el afán de mercadear nuevamente sus productos, y han encontrado en nuestra tierra, una fertilidad mas allá de lo que los padres de familia han entendido hasta hoy. Una fertilidad para blasfemar y dar al enemigo, un espacio que no le corresponde.
En los 80s, se escuchaba a lo sumo el glam o el trash metal, hoy, ya los seculares tienen Death Metal, Brutal Metal, Doom Metal y otros géneros que se dedican a blasfemar el nombre de Cristo – como si a El le afectara – y contaminando la mente de nuestra juventud a tal grado de que – sin que nadie haga nada – ellos mismos están creando una cultura underground en donde se profesa odio hacia los cristianos, hacia la raza negra, hacia las minorías, hacia los judíos, y hacia todo lo que tenga que ver con Dios o su misericordia.(Espíritu de Anticristo) Así es hermano lector…y esto, no sucede en Europa o en Estados Unidos, no…sucede en nuestra querida Costa Rica…y mientras esto se cocina a fuego lento en lo oculto, la pregunta es, si estamos sintonizados con Dios, o estamos trabajando duramente en el reino, pero sin ver lo que Dios quiere que veamos. Quizás, estemos mas preocupados en saber si el rock puede ser cristiano, que en evangelizar a quienes escuchan rock secular.
O tal vez, estemos muy sumergidos como ministros en lo trivial, en la alabanza, en lo hermoso de la danza, y estamos dejando por fuera a hermanos que necesitan igualmente ser evangelizados. En otras palabras, estamos creando acepción de personas. Lo interesante de esto es, quien nos dio ese permiso. Sería una buena idea, poder confrontarnos y evaluar esta área.
Desde la época en que mi madre escuchaba a Elvis o a los Beatles, las ramificaciones del rock se han dado. Por eso, no es nada nuevo que hoy se expanda la diversidad de frutos del mismo árbol. Lo preocupante, es que entre tanta carrera, seminarios, ministraciones, y tanta tarea que nuestros pastores y ministros tienen día a día, no se esté dando la importancia debida a lo que está sucediendo. Pareciera que, el árbol de hojas negras, genera más fruto que el de hojas blancas. Y esto, se da debido a la pasión de los rockeros seculares. Ellos, son apasionados, fieles a la causa, seguros de lo que dicen. En síntesis, son ministros comprometidos con la oscuridad. Igual a ellos, en el poder del Espíritu Santo, nosotros debemos pararnos en la brecha, y luchar en el mundo espiritual, para que estos jóvenes, puedan conocer a Cristo y no juzgarlos por su apariencia. De corazón a corazón, ellos, están cansados de tanto versículo. Están hastiados, de tanta palabrería. Lo que necesitan es aceptación, amor, sentirse libres, no juzgados, saber que el cristiano que les habla, lo hace por amor, y no por fanatismo. Necesitan urgentemente que papá y mamá, dejen de sermonear, y le abracen, le amen. Cuando esto suceda, las mentes oscuras, se convertirán a la luz admirable.
CAFI ROCK ha sido levantado para tomar esta tarea en sus manos y quienes lo conformamos, sabemos que el mundo del rock, no es fácil de evangelizar, pero alguien tiene que hacerlo, y si el pueblo le tiene temor al gigante, en CAFI ROCK, estamos tomando la piedra, viendo al gigante y estamos dispuestos a derribarlo. No importa lo grande o feo que se vea. No interesa cuanto blasfeme (igual blasfemaba Goliath). Estamos dispuestos a ir a las escuelas, a los parques, a las plazas, a los estadios, a los gimnasios y a donde quiera que Dios nos envíe, porque nuestro Dios, puede derribar toda blasfemia en su contra y nosotros somos los instrumentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario